En el marco de la Premier League inglesa, la expectativa generada alrededor del último clásico entre el Manchester City –con concretas chances de salir campeón- y el Manchester United derivó en una serie de eventos propios del folklore que genera el fútbol en el Reino Unido.
Resulta que más allá de las apuestas y locuras cometidas en algunos de los bares de la ciudad inglesa un hecho trascendió los medios y las redes sociales luego de que el diario local The Sun compartiera la imagen de un “contrato” en donde un hombre apostó a su esposa por el partido de fútbol.
En la hoja de un cuaderno se lee el texto: “Amani Stanley, en completa posesión de sus facultades mentales promete vender a su esposa por una semana a su amigo, Tony Shilla, si el Manchester City no gana el título ante el United. Amani confirma que está sano, y de ninguna manera fue forzada a llegar a este acuerdo”, en alusión directa a una apuesta que para muchos sobrepasó los límites de cualquier broma.
Resulta que ambos individuos son fanáticos del fútbol inglés y no vieron como un problema lo que para muchas otras sociedades es una falta moral grave.