En medio de una desgastada relación comercial que se venía manteniendo con lo justo y necesario, la International Petroleum Investment Company (IPIC), propietaria de CEPSA, rompió su acuerdo con el Real Madrid esta semana y renunció así a invertir los 400 millones de euros que le tenían prometidos.
Sin motivos aparentes para el club y en lo que para la firma es una evidente modificación en los términos del contrato, el hecho se dio a conocer horas después del fax enviado a las oficinas del Merengue en donde IPIC hizo uso de la cláusula de escape por “los problemas administrativos que han afectado al proyecto”.
El monto pactado entre las partes tenía como destino inicial la iniciativa de remodelación del Estadio Santiago Bernabéu en lo que se encaminaba a ser un centro comercial y un hotel en las inmediaciones del escenario deportivo.
Por el momento es sabido que ambos actores involucrados han buscado encontrar una solución por medio de sus respectivos asesores legales, al mismo tiempo que el Madrid ya trabaja en conseguir un nuevo socio a cambio de la negociación de los naming rights de su estadio.