A días de haber asumido nuevamente el cargo de entrenador del Bayern Múnich, Jupp Heynckes llega con las expectativas lo más alto y se muestra más que optimista de cara al futuro del club alemán.
Fiel a su estilo, Jupp develó un reglamento interno que -entre otras- incluye seis normas de las más relevantes que sus jugadores y cuerpo técnico se verán forzados a cumplir mientras dure su cargo.
Prohibido el uso del teléfono celular:
A diferencia del anterior entrenador, Heynckes no prohibirá pero sí limitará el uso de aparatos móviles durante las concentraciones con el objetivo de mejorar la comunicación entre los jugadores y evitar la falta de respeto para con el resto de empleados (mientras realizan kinesiología con los masajistas por ejemplo).
Puntualidad:
Con jornadas de entrenamiento más extendidas, el alemán sancionará a quien llegue tarde con multas económicas y penitencias previamente acordadas por todo el grupo.
Aseo y limpieza:
Al igual que los All Whites de Nueva Zelanda, los jugadores deberán limpiar los vestuarios que usen posterior a cada compromiso.
Cortesía:
Cada empleado del club deberá ser tratado con el más alto nivel de cordialidad y respeto a fin de promover la unidad entre toda la institución durante cada día de trabajo.
Unidad del plantel:
Heynckes se opone rotundamente a la formación de grupos dentro de un mismo equipo. Si bien entiende que por lógica algunos tengan más afinidad con otros “quiere un grupo unido y un buen ambiente”.
Compartir la comida:
A diferencia de cómo se acostumbraba a trabajar con Ancelotti, Jupp impondrá la norma de comer juntos después de cada partido a fin de cohesionar el grupo y por sobre todo controlar la alimentación de sus dirigidos.