Tras haber empatado con el Wolfsburgo por la Bundesliga alemana este fin de semana, jugadores e integrantes del plantel del Bayern de Múnich celebraron el Oktoberfest en el Prado de Teresa en compañía de Carlo Ancelotti, su entrenador, quien en dialogo con la prensa no se preocupó por lo que consuman sus dirigidos.
Fiel a la tradición del club y la ciudad alemana desde 1887, un vasto festival de cerveza se llevó a cabo con la participación de todas las figuras del equipo bajo estrictas medidas de selección y protocolo propias del evento.
Ante la inevitable curiosidad de la prensa local, el entrenador italiano se mostró confiado con la responsabilidad de sus dirigidos y aseguró que: “Los jugadores pueden beber lo que quieran. No soy ni su padre ni su hermano. Sólo soy su entrenador”.
Las cervezas que quieran participar del Oktoberfest deben cumplir con el Reinheitsgebot, y un mínimo de 13.5 Stammwürze además de ser fabricada dentro de los límites de la ciudad de Múnich.
Una publicación compartida por FC Bayern Official (@fcbayern) el 24 de Sep de 2017 a la(s) 1:11 PDT
