A un día de reeditar una nueva final continental entre argentinos y brasileños, una vieja estrategia del cuerpo técnico del Gremio despertó una polémica innecesaria en la previa del partido esta semana y levantó también una serie de acusaciones en el ámbito local para con los dirigidos por Renato Gaúcho.
Y es que, tal y como un informe de otra cadena lo especifica, el club habría tenido contratado a un espía profesional para que monitoree, a través de un dron, los entrenamientos a puertas cerradas que realizaba cada uno de los rivales a enfrentar próximamente.
Obteniendo tomas únicas sobre los trabajos específicos de cada equipo antes de medir a Gremio, el espía se ubicaba estratégicamente a unos metros del lugar y armaba el artefacto como para monitorearlo desde una distancia prudente.
Sin embargo, su accionar fue interrumpido durante esta semana a unos metros del predio Granate cuando el individuo montaba el dron justo después de haber recorrido la zona brevemente con su auto. Fue uno de los periodistas encargados de la investigación junto a la policía bonaerense quienes demoraron al espía para averiguar mejor cuales eran sus intenciones.
Minutos más tarde, Renato Gaúcho fue consultado al respecto después de un entrenamiento y él se encargó de negarlo rotundamente.