Días después de su último incidente con la policía tras ser apresado por conducir en estado de ebriedad, Wayne Rooney no estaría afrontando su mejor momento en el fútbol y además de las limitaciones que le puso su cuerpo técnico, su mujer le habría puesto un ultimátum para recuperar su matrimonio.
Conocido por su complicado carácter dentro y fuera de la cancha, el ex goleador del Manchester United habría recibido un pedido especial por parte de su mujer, Coleen, quien en pleno estado de embarazo no soportaría más la inconducta de su marido, que según ella se potencia dentro del mundo del fútbol.
Por esta razón, Bad Boy analizaría dejar su actividad profesional de forma provisoria o definitiva a fin de recuperar su familia, más allá de las exigencias que hoy le demandan su club y su entrenador, Ronald Koeman.