En pleno proceso de reclamo sobre sus derechos, un considerable grupo futbolistas profesionales han puesto en jaque la continuidad del Campeonato Uruguayo de fútbol en reclamo de varios puntos legales, en pos de una explotación de sus derechos de imagen mejor canalizada.
Tal y como explican Camilo Castro, abogado de Peñarol, y a Pablo Durán, dirigente –y abogado– de Nacional, en dialogo con Referí, cada club maneja de manera particular el tema de los derechos de sus jugadores y las pautas contractuales son absolutamente claras en cuanto a las obligaciones entre las partes.
“Nacional tiene cláusulas expresas que regulan la cesión de los derechos de imagen como parte de un contrato donde la principal prestación del jugador es su actividad deportiva: entrenar y jugar” asegura Durán antes de añadir “Creo que la actual situación que plantean los jugadores obliga a determinar el alcance del derecho que se reclama porque lo plantean de una forma tan genérica que parecería que cuestionan al partido del fútbol que si bien no están en la controversia sí se cuestionan cosas que hacen a los partidos como la entrada al túnel o el calentamiento. Dan un concepto que tiene muchas aristas legales, es un tema muy técnico y acá hay que hay compatibilizar el derecho de todas las partes. Nadie niega los derechos de imagen, pero en el contrato del jugador, la prestación principal es entrenar y competir en las competencias oficiales de la AUF”.
Por su parte, Castro cita el caso de Diego Forlán y su último paso por el club como un antes y un después en el desarrollo del marketing y comunicación del equipo tras afirmar que la venta de camisetas y merchandising de la mano de Cachavacha superó las expectativas, “Evidentemente hay un antes y después de la llegada de Diego Forlán al club. Eso generó una actualización en el club sobre este tema. Además, el tema de los derechos de imagen ya estaba instalado en el ambiente antes de que explotara en los medios el año pasado”.
Finalmente, el abogado de Peñarol dejó el concepto bastante claro y destacó que “Cada contrato se redacta bajo un mismo modelo y en el mismo se busca la autorización del jugador para contemplar estos temas. Me reservo la frase, pero lo que se busca es explotar la imagen del jugador con fines institucionales, para vender más camisetas, para captar más socios y para posicionar mejor su marca en el mercado.”