En la previa, la Copa América Centenario prometía ser un éxito comercial, con Estados Unidos como un país, en teoría, ávido por ver al mejor fútbol del mundo.

Sin embargo, al menos en las primeras semanas, la cosa no parece ser así. En partidos como Uruguay – Venezuela, en Philadelphia, se pudieron observar muchos espacios vacíos en el estadio, algo que en otra sede no hubiese sucedido.

Si bien el comité local esperaba vender 2 millones de entradas, finalmente las ventas apenas superaron un millón de boletos vendidos.

Se espera que en las instancias finales, con los mejores países del continente y todas sus estrellas, ayuden a levantar un poco la imagen de un torneo que no logró cautivar al público local.