Miércoles 22 de Junio de 2016
El fanatismo, en algunas ocasiones, puede llegar a lugar impensados. Y si no pregúntenle al dueño del restaurant de Boston, donde la Selección Argentina celebró su cena el último domingo.
El hombre, fanático de Messi y la Albiceleste, decidió convertir la silla donde se ubicó el crack rosarino en una especie de trono, retirándola para siempre del servicio y puesta ahora como un objeto de museo.
"Es la silla en donde se sentó Leo, así que ha quedado reservada para siempre. Se convertirá en un atractivo turístico y además le colocaremos una placa", dijo.
El hombre, fanático de Messi y la Albiceleste, decidió convertir la silla donde se ubicó el crack rosarino en una especie de trono, retirándola para siempre del servicio y puesta ahora como un objeto de museo.
"Es la silla en donde se sentó Leo, así que ha quedado reservada para siempre. Se convertirá en un atractivo turístico y además le colocaremos una placa", dijo.