Mientras el mundo está paralizado por el coronavirus, la NFL dio la nota con la salida de Tom Brady de New England Patriots luego de 20 años de relación, y la reciente llegada a Tampa Bay Buccaneers.
Todo indicaba que el mariscal iba a terminar su carrera deportiva en los Patriots, equipo en el que jugó a lo largo de toda su trayectoria. Sin embargo, problemas con el entrenador Bill Belichick fueron determinantes para que diera un paso al costado.
De esta forma, quedan atrás las 20 temporadas de Brady en Foxborough, sus seis anillos de Super Bowl, sus nueve títulos de la American Football Conference y los 17 de la AFC Este, además de ser elegido cuatro veces MVP del Super Bowl y tres veces MVP de la Liga. Sin lugar a dudas una relación en la que fueron beneficiados tanto el jugador como la franquicia y sus aficionados.
El nuevo destino de TB 12 es Tampa Bay Buccaneers, que a diferencia del anterior solo cuenta con una conquista del Super Bowl, en 2003 al derrotar a los Oakland Raiders por 48-21. También tiene entre sus logros, seis títulos de división (tres NFC Central y tres NFC Sur) y un campeonato de la NFC.
Otro de los posibles motivos por el que cambió de franquicia es que le ofrecieron un sueldo muy superior al que recibía. Pese a ser considerado uno de los mejores de la NFL, Brady se situaba en la posición número 14 de los que mayor salario percibían. Cobraba 1.9 millones de dólares por mes, 442 mil dólares por semana, 63 mil dólares por día, 43.7 dólares por minuto y cerca 0.74 dólares por segundo. Lo que significaban 23 millones de dólares por año. Ahora, con Tampa recibirá 30 millones de dólares anuales, 7 millones extras comparados a los que ganó en la temporada pasada.