Con 130 kilos y una contextura de por sí bastante ancha, Jared Lorenzen se hizo conocido en la NFL al ser uno de los más gordos del equipo y aun así reemplazar a Manning como quarterback en los New York Giants.
Sin embargo, su adicción a la comida chatarra en conjunto con su falta de deporte, lo llevaron a casi duplicar su peso años después de su retiro, en un escenario que además de poner en riesgo su vida le representó un fuerte golpe mentalmente.
Meses después de identificar y tomar cartas sobre su problemática, Lorenzen inició un curioso tratamiento que parecería empezar a rendir los primeros frutos mientras realiza en apoyo del director Anthony Holt, un documental llamado “The Jared Lorenzen Project” destinado a sacar a lo más chicos de cualquier adicción a través del deporte.
El ex deportista asegura que de recuperar un peso estable ayudará a cientos de niños que sufren hoy su mismo problema o quizás alguna clase de adicción a otras drogas y conductas destructivas.