Los Gladiadores, como se la conoce a la Selección Argentina de Handball, lo volvió hacer. Por tercera vez consecutiva, se clasificaron a un Juego Olímpico, algo impensado una década atrás. Es que antes de Londres 2012, el equipo argentino nunca había participado de la cita deportiva más importante del mundo. Pero ahora, con el triunfo en los Juegos Panamericanos de Lima frente a Chile por 31 a 27, no solo les dio el oro sino que también les otorgó el pasaje a Tokio 2020.
“Hace 12 años no te hubiera creído si me decías que el handball argentino iba a ser olímpico tres veces seguidas. Nos emociona mucho que algo que antes soñábamos ahora sea una realidad. Vamos a nuestros terceros Juegos Olímpicos consecutivos”, comenzó Federico Fernández, extremo izquierdo de la Selección.
Fue en Guadalajara 2011 cuando vencieron en la final a Brasil, amplios candidatos en ese momento, y lograron la hazaña de quedarse con la presea más deseada y de acceder a los primeros Juegos Olímpicos.
“Lo de Guadalajara, al ser la primera, quedó como la más importante. Creo que lo de ayer viene por otro lado, con un equipo con otra madurez. Con diez años más de carrera te das cuenta de lo difícil que es y tiene otro sabor”, comentó.
Más allá que en la definición en Lima eran candidatos, como él mismo aseguró, enfrente estaba un equipo que viene mejorando año tras años: “Chile es el equipo que más creció en los últimos cuatro años. Con la llegada del entrenador español mejoraron un montón. Erramos los candidatos en la final y asumimos muy bien”.
Sin embargo, Fernández es consciente que comparado al primer mundo, Argentina está lejos en infraestructura. “Hay que hacer un proyecto serio y a largo plazo para lograr que el deporte siga cada vez más arriba. Ojalá el handball siga creciendo y podamos seguir por este camino. Estamos en un país complicado, más allá del apoyo del último tiempo con el ENARD y la Agencia de Deportes, la plata en el deporte no sobra y habría muchas cosas que tendrían que cambiar para pedir otras cosas”, apuntó.
En un momento donde varias discplinas están en conflicto con sus dirigentes, sin ir más lejos la Selección de vóley, Fernández confirmó: “Los jugadores que formamos parte de estos últimos años, los más importantes de la historia del handball argentino, tenemos una relación con los dirigentes de decirnos las cosas e ir por el mismo camino. Creo que todavía hay mucho por mejorar pero soy consciente que para eso se necesitan resultados. Hoy está el 95% del handball en Buenos Aires. Es algo para cambiar. Tenemos que hacer que a las provincias les interese el producto handball. Los 14 jugadores que fuimos a Lima somos de Buenos Aires”.
Por último, no dudó en elogiar a su compañero de equipo, Diego Simonet, quien es la figura del plantel: “Para Diego era una revancha porque se había perdido los Juegos de Rio por lesión. Demostró la clase mundial que es. Siempre hizo diferencia y fue una de las claves para esta victoria”.
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