Martes 13 de Septiembre de 2016
En los Juegos Paralímpicos de Río 2016, la Argentina cuenta con 85 deportistas representando al país y dejando bien en alto la bandera. Uno de ellos es Hernán Barreto, quien consiguió la medalla de bronce en 100 y 200 metros T36.
Barreto, de 25 años y oriundo de Zárate, compite en una categoría para deportistas con parálisis cerebral o patologías que afectan la coordinación.
En una charla con Marketing Registrado, muy emocionante, el velocista se refirió a lo que vivió en Río, subiéndose dos veces al podio y convirtiéndose así, tras sus medallas en Londres 2012, en uno de los deportistas paralímpicos argentinos más laureados.
“Son días de mucha felicidad. Tengo la suerte de ser uno de los representantes que más medallas le dieron al país. Lo viví con mucha emoción”, dijo.
“Venía de capa caída, por un desgarro que sufrí semanas atrás. Pensé inmediatamente en mi familia, mi hija y en toda la gente que creía más en mí que yo mismo. Por eso las lágrimas y tanta alegría. Todavía me sigo emocionando con ese momento”, agregó.
La superación y el sacrificio son palabras muy presentes en la vida de Barreto, quien destacó: “Más allá de nuestras dificultades, yo hoy tengo la posibilidad de conocer muchos países por ser como soy. No estoy enojado ni me arrepiento de nada. Todos tenemos discapacidades o incapacidades, aspectos que nos hacen diferentes”.
Como muchos deportistas, olímpicos y paralímpicos, Barreto recibe la beca del Ente Nacional de Alto Rendimiento Deportivo, que le posibilita dedicarse a su actividad profesional.
“Me siento pleno para practicar deporte de alto rendimiento a la par de un deportista convencional. Hoy estoy becado por el ENARD y la Secretaría de Deportes. De no ser por ellos, no haría deporte creo, ya que tengo una familia que mantener”, dijo.
“Creo que todos los atletas paralímpicos nos merecemos reconocimiento. Cuesta llegar acá, y todos venimos con la ilusión de subirnos a un podio. A veces te matas entrenando y no llegas. Sólo suben tres”, concluyó.
Barreto, de 25 años y oriundo de Zárate, compite en una categoría para deportistas con parálisis cerebral o patologías que afectan la coordinación.
En una charla con Marketing Registrado, muy emocionante, el velocista se refirió a lo que vivió en Río, subiéndose dos veces al podio y convirtiéndose así, tras sus medallas en Londres 2012, en uno de los deportistas paralímpicos argentinos más laureados.
“Son días de mucha felicidad. Tengo la suerte de ser uno de los representantes que más medallas le dieron al país. Lo viví con mucha emoción”, dijo.
“Venía de capa caída, por un desgarro que sufrí semanas atrás. Pensé inmediatamente en mi familia, mi hija y en toda la gente que creía más en mí que yo mismo. Por eso las lágrimas y tanta alegría. Todavía me sigo emocionando con ese momento”, agregó.
La superación y el sacrificio son palabras muy presentes en la vida de Barreto, quien destacó: “Más allá de nuestras dificultades, yo hoy tengo la posibilidad de conocer muchos países por ser como soy. No estoy enojado ni me arrepiento de nada. Todos tenemos discapacidades o incapacidades, aspectos que nos hacen diferentes”.
Como muchos deportistas, olímpicos y paralímpicos, Barreto recibe la beca del Ente Nacional de Alto Rendimiento Deportivo, que le posibilita dedicarse a su actividad profesional.
“Me siento pleno para practicar deporte de alto rendimiento a la par de un deportista convencional. Hoy estoy becado por el ENARD y la Secretaría de Deportes. De no ser por ellos, no haría deporte creo, ya que tengo una familia que mantener”, dijo.
“Creo que todos los atletas paralímpicos nos merecemos reconocimiento. Cuesta llegar acá, y todos venimos con la ilusión de subirnos a un podio. A veces te matas entrenando y no llegas. Sólo suben tres”, concluyó.