Lunes 13 de Abril de 2015
Cuando todos esperaban que el norirlandés Rory McIlroy, actual n°1 del mundo, ganará en Augusta el Major que le faltaba, o incluso algunos vislumbraban un regreso histórico de Tiger Woods, cuatro veces ganador de este torneo, la sorpresa la dio el joven Jordan Spieth. Este texano de apenas 21 años (21 de junio de 1993, Dallas) se coló en la historia grande del golf al marcar una tarjeta de 270 golpes (-18), igualando el récord vigente ¿de quién? del propio Woods.
Lo magnífico del triunfo de Spieth crece aún más cuando se lleva a lo frío de las contundentes estadísticas. Récord en 36, 54 y 72 hoyos en toda la historia del Masters y segundo golfista en 100 años en liderar de punta a punta con 21 años o menos, entre otros destacados.
Sin embargo, su historia va mucho más allá y comienza mucho antes de la tarjeta récord, los 1.8 millones de dólares ganados y el reconocimiento de Under Armour, su main sponsor.
Pocos saben que Spieth lleva adelante una fundación benéfica (Jordan Spieth Charitable Trust), en homenaje a su hermana Ellie. Allí, el golfista del momento colabora con los niños con necesidades especiales, con las familias de militares y con los jóvenes golfistas, para él tres áreas muy importantes.
Cuando habla de su hermana Ellie, Spieth se sensibiliza. Es que ella sufre un trastorno neurológico similar al autismo. Esto, sin embargo, no cambió su relación. Cada vez que puede, Ellie y Jordan viajan juntos a los torneos y disfrutan el tiempo libre.
Otro detalle más que interesante de la vida de quien con el triunfo en Augusta accedió al puesto n°2 en el ranking mundial, es que fue criado bajo la religión jesuita.
Previo a calzarse la chaqueta verde, había ganado dos eventos del PGA Tour. Profesional desde 2012, Spieth ya había cautivado la atención del golf mundial cuando el año pasado, en su primera participación en Augusta, era el líder previo a la última vuelta. Finalmente, terminó cayendo ante Bubba Watson y la gloria tuvo que esperar un año. ¿Cuál será el futuro de Spieth? Sólo él lo sabe.
Lo magnífico del triunfo de Spieth crece aún más cuando se lleva a lo frío de las contundentes estadísticas. Récord en 36, 54 y 72 hoyos en toda la historia del Masters y segundo golfista en 100 años en liderar de punta a punta con 21 años o menos, entre otros destacados.
Sin embargo, su historia va mucho más allá y comienza mucho antes de la tarjeta récord, los 1.8 millones de dólares ganados y el reconocimiento de Under Armour, su main sponsor.
Pocos saben que Spieth lleva adelante una fundación benéfica (Jordan Spieth Charitable Trust), en homenaje a su hermana Ellie. Allí, el golfista del momento colabora con los niños con necesidades especiales, con las familias de militares y con los jóvenes golfistas, para él tres áreas muy importantes.
Cuando habla de su hermana Ellie, Spieth se sensibiliza. Es que ella sufre un trastorno neurológico similar al autismo. Esto, sin embargo, no cambió su relación. Cada vez que puede, Ellie y Jordan viajan juntos a los torneos y disfrutan el tiempo libre.
Otro detalle más que interesante de la vida de quien con el triunfo en Augusta accedió al puesto n°2 en el ranking mundial, es que fue criado bajo la religión jesuita.
Previo a calzarse la chaqueta verde, había ganado dos eventos del PGA Tour. Profesional desde 2012, Spieth ya había cautivado la atención del golf mundial cuando el año pasado, en su primera participación en Augusta, era el líder previo a la última vuelta. Finalmente, terminó cayendo ante Bubba Watson y la gloria tuvo que esperar un año. ¿Cuál será el futuro de Spieth? Sólo él lo sabe.