Tras consagrarse Campeón Mundial Sub 16 de Ajedrez, Alan Pichot recorrió los principales diarios, portales y programas deportivos de Argentina. Este joven ganó el torneo llevado a cabo en Durban, Sudáfrica y se proyecta como uno de los grandes prodigios del país y de la región en la disciplina.

En Milenium Sports 106.7 dialogó con Maxi Palma acerca de lo conseguido, de su preparación y objetivos. Relatando sus comienzos en el ajedrez, recordó el primer acercamiento, cuando apenas tenía cinco años. “En preescolar, un compañero me invitó a su casa a comer y ahí su hermano más grande sacó un tablero y se puso a jugar con su padre. Ahí fue como un amor a primera vista” dijo Pichot.

A ese “amor”, como él describió, le siguió la práctica. “En mi casa había un tablero guardado y por eso mi mamá me empezó a enseñar cómo se movían las piezas. Después fui a la escuela de Torre Blanca y comencé a aprender mejor” agregó.

“Ya de chico ya ganaba varios campeonatos infantiles y campeonatos argentinos. Era un poco mejor que el resto de mi categoría. Siempre me destaqué pero más que nada jugaba bien, no estudiaba mucho. Recién hace dos años decidí ponerme a estudiar en serio y ahora se está dando todo esto”

Hace algunos días, Alan disputó el Campeonato Continental en Natal, Brasil donde llegó a la Ronda definitiva pero cayó en el desempate. “Era un torneo muy difícil, un continental de adultos donde juegan los mejores de América. Empaté el primer puesto, ganándole al mejor del torneo en la última ronda. Después, tuve la oportunidad de jugar un desempate de seis jugadores donde cuatro clasificaban a la Copa del Mundo. Ahí quedé afuera contra jugadores de mejor ranking y mucha más experiencia” expresó.

El logro en Sudáfrica cambió su perspectiva a futuro y, por supuesto, repercutió en la vida normal de un joven de dieciséis años. “Este año cursé normalmente hasta el último torneo. Lo voy a terminar rindiendo libre por todos los viajes que me surgieron. El año que viene voy a cursar la escuela virtual del ENARD que me va a permitir viajar a todos los torneos” manifestó al respecto de su futuro académico.

Luego, y explicando un poco cómo es su preparación, señaló: “Si no tengo torneos, generalmente estudio tres horas sólo de lunes a viernes con la computadora y después tengo clases con mis profesores tres veces por semana. Cada clase vemos cosas como nuevas aperturas y todo eso. Hay bases de datos, con partidas de jugadores de todo el mundo. Ahí busco cómo juega y en base a eso me preparo con mi entrenador”.

Y apuntó: “Los chicos pueden anotarse en torneos de adulto, la mayoría lo hacen. En los torneos Sudamericanos, Panamericanos y Mundiales juego mi categoría que hasta este año es Sub 16 y después paso a Sub 18”.

Actualmente, Pichot cuenta con una beca deportiva del ENARD (Ente Nacional de Alto Rendimiento Deportivo) algo que por ejemplo le sirvió para costear el pasaje a su último torneo, aunque él junto a su entrenador pagaron la estadía. “Los mejores jugadores del país viven del ajedrez. No viven de la misma manera como en otros países, pero se puede. No tengo pensado radicarme en Europa, sí viajar a torneos puntuales que me permitan mejorar en mi juego” dijo.

Por último, dejó, a su criterio, un aspecto fundamental para destacarse en el ajedrez: “Para jugar es muy importante la paciencia. Hay partidas de cuatro o cinco horas, en las que tenes que estar muy concentrado. Si lo haces sin ganar, no te va a ir de la mejor manera. Es algo clave para cualquier ajedrecista”.