Brasil se consagró en el Mundial Sub-17 tras demostrar a lo largo de todo el torneo una gran calidad de juego. Pero en particular hubo un jugador que brilló por sobre todos, se trata de Gabriel Veron, quien es conocido como la “Brujinha”.
Parece un chiste pero es real, este juvenil del Palmeiras, que todavía no ha debutado en la primera del equipo de San Pablo pero que su cláusula de rescisión ya vale 60 millones de euros, se llama “Verón” en honor al actual presidente de Estudiantes de La Plata.
La FIFA lo acaba de distinguir como el MVP del Mundial que consagró a la selección juvenil de Brasil y Mano Menezes, entrenador del Palmeiras, ya avisó que cuando el jugador forme parte del primer equipo, cualquier club que esté interesado en llevárselo tendrá que poner sobre la mesa cien millones de euros.
La rapidez, su verticalidad y sus gambetas son sus principales armas dentro de la cancha. Hace goles, pero también los crea a través de sus pases. La particularidad de su nombre llega a partir de un vecino frustrado de la casa donde nació. La familia estaba por recibir a su primer hijo y no sabía qué segundo nombre ponerle, hasta que intervino un vecino que siempre soñó con tener un varón y el destino le dio tres mujeres al fanático de la “Brujita”. El padre y la madre de Gabriel aceptaron y así nació Gabriel Veron Fonseca de Souza, la “Brujinha”.
"Me gusta mucho el nombre y trataré de estar a la altura, tal como lo hizo Juan Sebastián. Realmente fue un muy buen jugador por lo que he visto", contó el jugador en una entrevista realizada por la página oficial de la FIFA.
Además, agregó: "Me imagino que Juan Sebastián estaría orgulloso de mí. Creo que honré el nombre", tras coronarse como el mejor jugador del torneo luego de jugar los siete partidos, convertir tres goles y dar dos asistencias.
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