Lunes 22 de Agosto de 2022
Ezequiel Palaversic, se coronó Campeón del Mundo Juvenil del Consejo Mundial de Boxeo (WBC) en la categoría súper pluma, después de sumar 5 victorias y tan solo 1 derrota. El argentino tuvo un largo recorrido, y se ganó pelear contra el dominicano Jairo Burgos en el Complejo República de Venezuela de la ciudad de Bolívar ante la euforia de unos 3500 espectadores, que lo vieron convertirse en profesional.
“Es algo increíble ser campeón mundial después de todo lo que tuve que pasar. Es algo hermoso y creo que se vio cuando me entregaron el cinturón, me largué un llanto impresionante”, cuenta a Infobae Ezequiel, que luego del título volvió a ser parte de la atención al cliente de la pizzería Catanzaro.
Para el joven de 23 años, el boxeo le permitió tomar distancia de los problemas domésticos que sufría, “Arranqué con algunos idas y vueltas porque al ser chico no sabía lo que quería hacer (…) a los 16 me metí de lleno en esto (…) arranqué con ellos -por el Club Comunicaciones- de amateur en 2017 y seguimos trabajando juntos hasta ahora”.
Ezequiel también cuenta que cuando era amateur no hacía entrenamiento doble turno con regularidad porque “mi entrenador no quería, pero desde que me hice profesional siempre realizo la parte física por la mañana (con su preparador Juan Manuel Hernández) y lo que es boxeo por la tarde (con Luis Nieva, Fabián Montemagno y Damián Rosati)”.
Actualmente, a la noche y luego de entrenar dos turnos, Ezequiel, hace de telefonista en la pizzería Catanzaro de Villa Urquiza, a la cual se reintegró tan solo 3 días después de consagrarse campeón mundial: “La semana pasada me tomé toda la semana para llegar bien a la pelea. Había laburado el martes y ya después no laburé más hasta este martes que ya me reincorpo. Podría haberme tomado unos días de descanso, pero no los pedí”, cuenta el joven campeón que arrancó a trabajar cuando tenía 14 años.
Mientras entrena día, tarde y trabaja de noche, el campeón del mundo juvenil piensa en lo que será la defensa del título y lo trabaja junto a todo su equipo. “Yo creo que una o dos defensas voy a poder hacer. En estos días estoy descansando, pero la idea primordial es entrar en los rankings e ir ganando lo más que se pueda”, explica la joven promesa nacional que puede defender su título hasta los 23 años y 11 meses según la reglamentación de la WBC.
“Es algo increíble ser campeón mundial después de todo lo que tuve que pasar. Es algo hermoso y creo que se vio cuando me entregaron el cinturón, me largué un llanto impresionante”, cuenta a Infobae Ezequiel, que luego del título volvió a ser parte de la atención al cliente de la pizzería Catanzaro.
Para el joven de 23 años, el boxeo le permitió tomar distancia de los problemas domésticos que sufría, “Arranqué con algunos idas y vueltas porque al ser chico no sabía lo que quería hacer (…) a los 16 me metí de lleno en esto (…) arranqué con ellos -por el Club Comunicaciones- de amateur en 2017 y seguimos trabajando juntos hasta ahora”.
Ezequiel también cuenta que cuando era amateur no hacía entrenamiento doble turno con regularidad porque “mi entrenador no quería, pero desde que me hice profesional siempre realizo la parte física por la mañana (con su preparador Juan Manuel Hernández) y lo que es boxeo por la tarde (con Luis Nieva, Fabián Montemagno y Damián Rosati)”.
Actualmente, a la noche y luego de entrenar dos turnos, Ezequiel, hace de telefonista en la pizzería Catanzaro de Villa Urquiza, a la cual se reintegró tan solo 3 días después de consagrarse campeón mundial: “La semana pasada me tomé toda la semana para llegar bien a la pelea. Había laburado el martes y ya después no laburé más hasta este martes que ya me reincorpo. Podría haberme tomado unos días de descanso, pero no los pedí”, cuenta el joven campeón que arrancó a trabajar cuando tenía 14 años.
Mientras entrena día, tarde y trabaja de noche, el campeón del mundo juvenil piensa en lo que será la defensa del título y lo trabaja junto a todo su equipo. “Yo creo que una o dos defensas voy a poder hacer. En estos días estoy descansando, pero la idea primordial es entrar en los rankings e ir ganando lo más que se pueda”, explica la joven promesa nacional que puede defender su título hasta los 23 años y 11 meses según la reglamentación de la WBC.