La FIA publicó hace días una serie de exigencias para las sanciones de los comisarios que podrían dar lugar a que los pilotos de Fórmula 1 reciban multas o penalizaciones de puntos en el campeonato por insultar u otras infracciones del código deportivo.

El organismo rector define la conducta indebida como “el uso general de lenguaje (escrito o verbal), gestos y/o signos ofensivos, insultantes, groseros, maleducados o abusivos y que razonablemente pueda esperarse o percibirse como grosero o maleducado o que cause ofensa, humillación o sea inapropiado”, “agredir (codazos, patadas, puñetazos, golpes, etc.)” e “incitar a hacer cualquiera de las cosas anteriores”.


Cometer una infracción dentro de los límites de la conducta indebida incluye una multa base de 10.000 euros por la primera infracción, que se convierte en 40.000 euros para un piloto de F1, elevándose a una multa base de 20.000 euros (80.000 euros en F1) y una suspensión de un mes en la segunda infracción.

Una nueva instancia conlleva una multa de 30.000 euros (120.000 euros en F1), “más un mes de suspensión más deducción de puntos del Campeonato”.