Luego de que los máximos directivos de Liberty Media confirmaran a Brasil como una de las plazas que se mantiene en la Fórmula 1 para las próximas temporadas y de que ampliaran el cupo de sus carreras a dos, la disputa interna por saber qué ciudad lo tendrá se ha vuelto incansable.
Y es que, esta semana habló el presidente del país, Jair Bolsonaro, quien no solamente se mostró del lado de que el Gran Premio se celebre en Río de Janeiro, sino que también se animó a asegurar en un “99% de chances” a la capital fluminense.
A partir del 2021, la ciudad costera podría ser la sede justo en el autódromo privado de la ciudad, en donde no es necesario hacer ninguna inversión pública nueva significante y en donde ya tuvieron lugar algunas disciplinas en los Juegos Olímpicos de Río 2016.
No obstante, fue el gobernador de Sao Paulo, João Doria Jr. quien salió a contradecir las palabras del primer mandatario al asegurar que Sao Paulo mantendrá la hegemonía del automovilismo local y que se encargará de albergar el Gran Premio.
Chase Carey, CEO de Liberty Media y de la Fórmula 1 se mantuvo cauto al respecto y afirmó que nada está definido todavía, pero que la idea es mantener una prueba del calendario en territorio brasileño. "Estamos viendo la posibilidad de continuar nuestra participación en Brasil a partir de 2021. En el momento, no tenemos nada cerrado, estamos todavía en negociación, no queremos eliminar ninguna posibilidad, estamos negociando con Río de Janeiro, pero también con San Pablo".