Tras manejar monoplazas de Fórmula 1 a más de 300 kilómetros por hora, el brasileño Mario Haberfeld se destaca hoy por ser uno de los pilares más importantes dentro del proyecto Oncafari, iniciativa local que lucha por la preservación de la flora y la fauna en la región amazónica.
Haberfeld fue tester de McLaren, Jordan y Stewart a fines de los 90, llegando a compartir su ascenso a la máxima categoría con otros gigantes de la época, sin embargo distintos factores y obstáculos en el camino lo terminaron por alejar de la Fórmula 1.
Intentó reinsertarse más tarde, e incluso compitió en otras categorías, no obstante su destino final tuvo lugar lejos de las pistas de carreras y recaló en una ONG que hoy ha ganado mucho terreno federalmente.
“En Brasil, todos los animales salvajes pertenecen al gobierno”, revela Haberfeld en una entrevista con Motorsport, sitio que difundió su historia. “Así que, cuando les dije cómo quería salvar a estos jaguares, me preguntaron: '¿Cuál es tu historia?' Y yo les dije: 'Soy piloto de carreras'. Un chico se echó a reír en mi cara...”
Y es que, el campeón de F3 en 1998 pasó de manejar un Fórmula 1 a salvar jaguares en la Amazonía.
“Lo que intentamos es concientizar de que el ecoturismo es importante y que, si un granjero mata a un jaguar, en realidad es una pérdida de dinero. A África va la gente a ver leones, no hipopótamos, y aquí quieren ver jaguares. Vas a perder algunas vacas durante el año, pero tener jaguares compensa por el ecoturismo que generan”,
Fuente: Motorsport
