En un nuevo acuerdo por más de 40 millones de dólares revelados de manera extra oficial, Ferrari extendió esta semana un histórico vínculo que mantiene con Philip Morris a través de la tabaquería Marlboro como su patrocinador oficial correspondiente.
En una relación que en su momento incluyó el logo de la marca en el monoplaza y los boxes e incluso llegó a dar el nombre al equipo de Fórmula 1, las regulaciones internacionales que prohíben publicidad proveniente de dicha industria sorprendieron a ambas entidades al oficializar su regulación a partir del 2010.
Lejos de terminar con su compromiso, una nueva etapa en la relación comercial empezó a enviar mensajes subliminales a sus consumidores al imprimir un código de barras en el automóvil, dando la impresión de ser una cajetilla de cigarrillos.
No obstante, la estrategia pronto se modificó por la actual en donde la marca le da el color y diseño de base a los monoplazas además de contar con oportunidades que les proporciona a nivel de hospitality en los circuitos y otros activos.