A casi 87 años de lo que fue el primer Mundial de la FIFA en 1930, una parte del arco en donde se anotó el primer gol oficial de los mundiales permanece intacto en la vereda del barrio de Pocitos en la capital uruguaya.
Junto con el lema en una baldosa de “Donde duermen las arañas”, uno de los verticales junto con parte del horizontal permanece en el barrio en donde supo estar el estadio de Peñarol desde 1921, cerca del mítico estadio Centenario.
Tal y como reza la historia, los primeros partidos de dicha Copa del Mundo se tuvieron que jugar en el estadio del Manya, justamente en donde el francés Lucien Laurent le marcó a México el primer gol de los mundiales.
Años más tarde el estadio fue demolido por motivos urbanísticos y el arco permanece hasta hoy como parte de un museo viviente que muestra Montevideo a cada uno de sus visitantes.
Fuente: La Nación
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