Tras quedar eliminado de la Copa del Mundo de Rusia 2018 en Octavos de Final, Cristiano Ronaldo tomó un avión, pasó a buscar a su novia, familiares y amigos y se fue de vacaciones a la costa de Grecia. Era necesario para olvidar el mal trago de la eliminación. Mientras él descansaba, su transferencia a la Juventus se estaba haciendo realidad.
CR7 eligió hospedarse en uno de los hoteles más exclusivos de la península del Peloponeso para que tanto él como sus personas queridas pudieran descansar luego de un año agotador. Atendidos como reyes en el hotel Costa Navarino, uno de los más costosos del lugar, donde una noche cuesta por lo menos 400 dólares, el ahora exjugador del Real Madrid pudo olvidar la eliminación provocada por Uruguay.
El diario británico “The Sun” pudo reconstruir cómo fue la estadía de Ronaldo junto a su familia y amigos, un grupo que llegó a un total de diez personas. Varias botellas de champagne, comidas completas y las mejores habitaciones del complejo hicieron que CR7 tuviera que gastar una buena cantidad de dinero.
Tras terminar su estadia, el diario pudo acceder al dato de la abundante propina que el portugués dejó en el hotel. Fueron en total 17.850 libras esterlinas las que el nuevo jugador de la Juventus le dejó a los empleados, a los cuales les pidió que la plata fuera repartida equitativamente entre todos los que trabajaran allí.
Tras unos días de relax, Ronaldo viajó a Italia para ser presentado en la Juventus como nuevo jugador. Su contrato fue firmado por cuatro años con una ganancia de 30 millones de euros por cada uno de ellos.
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