El cambio generacional y vertiginoso crecimiento de los “nuevos medios masivos de comunicación” ha dejado una serie de aristas para analizar mientras las Ciencias de la Comunicación se van readaptando constantemente.

Dentro de esta clasificación se deja ver un caso común de las oficinas de trabajo como es la restricción y persecución del uso de redes sociales durante el horario laboral, al punto de haberse convertido en una obsesión para muchos gerentes y encargados.

No obstante, el más reciente estudio de la firma McKinsey reveló que al contrario de la creencia popular, las redes sociales no son el enemigo de la productividad en el trabajo, sino que bien utilizadas pueden ser una poderosa herramienta de formación, compromiso y prescripción.

Y es que además de servir para transmitir mensajes importantes sin que queden desapercibidos en la casilla de correo electrónico, son una herramienta de motivación y aumento de la productividad de hasta el 25%, según el estudio.

Al mismo tiempo, sirven como herramientas interactivas de comunicación y trabajo en equipo, tales como: Prime, Go Trends, Feedly, Analytics, Google Drive, por citar tan solo algunos ejemplos.

Por último, el estudio concluye que las plataformas sociales también son esenciales a la hora de reforzar la imagen de marca, puesto que un posteo subido por un empleado contento con su trabajo es una de las mejores apuestas publicitarias para la marca.

Fuente: Marketing Directo

Te puede interesar:¿Qué tiene que pasar hoy para que Boca y River se enfrenten en los cuartos de final?