Más allá de que Ikea no se encuentre en Argentina ni en la gran mayoría de países de América Latina, su modelo de gestión se ha popularizado en todo el mundo, siendo una corporación multinacional dedicada a la fabricación y venta minorista de muebles, objetos para el hogar y otros objetos de decoración de diseño contemporáneo.

Lo curioso es que cuando se compra un artículo en algún local de la marca sueca, éstos vienen por piezas y con una hoja de ruta o instrucciones para que el consumidor lo termine de armar.

Según expertos, este modelo de negocio habría causado un impacto tal que hoy varias empresas empezarían a tomar algunos puntos de esta filosofía para implementar entre sus estrategias de venta.

“¿Por qué esas compañías logran que los consumidores acepten asumir una parte del trabajo (aunque hay competidores que ofrezcan ese producto ya terminado)?”, es la gran pregunta que se hace PuroMarketing en su último artículo al respecto, a lo que más adelante se responde: “Los consumidores conectan más con algunas marcas porque sienten que el producto ha requerido su esfuerzo”.

De esta manera, el “Modelo Ikea” con instrucciones para armar, resalta el valor del trabajo extra y enseña que para muchos consumidores el trabajo adquiere mayor calidad solamente por el último paso de ensamblar su producto comprado.

Según el informe, la clave está en el cerebro y en la percepción que se genera, logrando que el consumidor sienta al producto como “más propio” al mismo tiempo que valore el esfuerzo que le dedicó para armarlo.

En resumidas cuentas: la conexión emocional con las marcas en cuestión es superior. Participar en la creación hace que se sienta que se es parte de ella.

Fuente: PuroMarketing