En medio de un gris legal que mantiene a las partes en puja por una considerable suma de dinero, adidas Holanda y el jugador del FC Barcelona, Rafinha Alcántara discuten acerca de la supuesta violación de un contrato de patrocinio entre la firma de las tres tiras el futbolista.

Resulta que el contrato en donde obligaba al jugador a usar su ropa y botas en entrenamientos, partidos y apariciones en los medios, arrancó en el 2013 y finalizó en junio del 2018, mes en el que el jugador no manifestó nada acerca de una posible prórroga, lo cual llevó a la marca a alargar tácitamente el contrato. Una premisa con la que el jugador no está de acuerdo y para quien el documento expiró en la fecha establecida.

En su lugar, Rafinha dejó colgados los botines adidas y se calzó unos Mizuno, firma japonesa que de la mano de Andrés Iniesta ha ganado terreno considerablemente en el último tiempo pero que por un malentendido le podría hacer perder más de 100.000 euros.

La resolución de este conflicto se conocerá el próximo 18 de diciembre, en donde un Tribunal imparcial definirá las culpas y montos o resarcimientos a pagar entre las partes.

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