Curiosidades

El estadio que iba a ser gratis para el club y terminó costando 82 millones de euros

El negocio que debía ser no salió como la dirigencia lo esperaba y terminó convirtiéndose en un gasto importantísimo para el club.
El estadio que iba a ser gratis para el club y terminó costando 82 millones de euros
Viernes 4 de Mayo de 2018

El RCD Espanyol vive a la sombra de su clásico rival de la ciudad, el FC Barcelona. En Cataluña son estos los dos equipos más importantes, pero el poderío, tanto futbolístico como monetario del equipo “Culé” deja en la sombra al equipo “Periquito”.

El equipo azul y blanco pese a eso siempre intentó hacerse fuerte y presentarle pelea tanto al rival de la ciudad como a todos los de la Liga española. Desde 1992, luego de que finalizaran los Juegos Olímpicos de Barcelona, hizo de local en el estadio Olímpico de Montjuic. Un recinto muy lindo pero muy grande para la afición del Espanyol. El 31 de mayo de 2009 fue la última vez que jugaron en ese estadio. El 2 de agosto de aquel año, en un amistoso ante el Liverpool, el equipo estrenó su nuevo estadio bautizado como Cornellá-El Prat.

Lo curioso es que esta nueva casa iba a ser gratis para el club, pero le terminó costando 82 millones de euros. En todos los balances del club siempre ha sido un tema muy difícil debido a la plata que le hace perder a la institución. Fue en los años que duró la construcción que las autoridades esperaban recibir alguna ayuda pública, pero esta nunca llegó y el presupuesto se fue haciendo cada vez más grande, tal cual informa el Diario AS.

A su vez, el club vendió unos terrenos linderos al nuevo estadio que iban a estar destinados a lo lúdico y ni siquiera de esta manera pudieron sanear el camino. Además, a los gastos iniciales se sumaron nuevas facturas por los arreglos en la urbanización y en temas imprevistos de cloacas y conexiones.

Ante todas estas nuevas facturas el club debió pedir un crédito por 65 millones de euros, todo un número. Ese crédito, además, le prohibió al club entrar en un concurso de acreedores, lo que hubiera permitido al Espanyol sanearse.

El presidente chino, Yen Yansheng, debió cancelar el crédito del cual quedaban pagar 40 millones y pagarle a la constructurora otros 23. La deuda creció a los 63 millones nueve años después de inaugurado el estadio.