Una base área militar, con dimensiones equivalentes a 80 campos de fútbol, ubicado en la zona de Surco, en Lima, se ha convertido en el epicentro del Rally Dakar 2018.
Hasta allí llegó el equipo de Chavo Salvatierra con los vehículos de asistencia y la motocicleta del piloto boliviano, que participará por octava vez en la prueba de motor más extrema del mundo.
Apenas se armó el campamento, los mecánicos David Palmada y Fernando Arriola comenzaron a trabajar en la máquina que Chavo utilizará a lo largo de la travesía de más de 9.000 kilómetros.
"Hay que revisar todo, no dejar un solo detalle sin cuidar", dijo Palmada, que llegó desde España para sumarse el equipo. "Hemos trabajo varios meses en esta moto y tenemos que dejarla lista para que el piloto pueda rendir al máximo sobre ella", comentó Fernando Arriola, otro de los responsables a cargo de la KTM 450 de Salvatierra.
El equipo de asistencia de Chavo trabajará en estos dos primeros días en la preparación de toda la logística para que luego tanto el piloto y su moto, como los dos vehículos de apoyo, pasen por las revisiones técnicas y administrativas del Dakar. Son 21 pasos que deben superar para tener el visto bueno y recibir el "OK" para la largada que se realizará el 6 de enero en la zona de El Pentagonito, en la capital peruana.
"Estamos listos, hemos trabajado durante un año para todo esto y cada uno de los miembros del equipo sabe exactamente lo que tiene que hacer. En mi caso, me encuentro muy motivado de saber que en las primeras etapas enfrentaremos las dunas del desierto peruano", comentó Chavo, que participará por octava vez en un Rally Dakar.
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