En el marco del Torneo Federal B argentino, J.J. Moreno de Puerto Madryn ha sido protagonista de un imperdible episodio que más allá de seguir en pleno proceso de investigación levantó ya varias sorpresas entre propios y extraños.
Se trata del caso de su jugador Ricardo Gabriel Navarro, quien aparentemente sufrió una fractura en su tibia de la pierna derecha en las últimas fechas y por tanto estaba inhabilitado para continuar jugando el torneo, dejando así el espacio legal para que su equipo pudiera inscribir a otro futbolista en su lugar de cara al resto de la temporada.
El hecho, que parecía ser una mala noticia más para el equipo, resultó ser el objeto de innumerables protestas por parte de los otros equipos, desde donde acusaban una falsa lesión montada por el equipo para poder ampliar su respectivo cupo de inscripción.
Dichas acusaciones llevaron a la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) a invitar al futbolista a su sede en Capital Federal para ser revisado por uno de los médicos de allí y determinar si la lesión era o no cierta.
En el comunicado oficial, el cuerpo médico de la AFA es claro después de revisar al futbolista y sostiene que: “El doctor Rafael Revoredo, del Departamento de Medicina Deportiva, informa que el jugador de referencia (Gabriel Navarro) -según los certificados y radiografías enviadas por el club- sufrió la fractura de su pierna derecha”.
Hasta ahí todo en orden. No obstante, el detalle de que Navarro luce enyesado su otra pierna y con varias firmas en material que cubre su pierna a pesar del corto tiempo de encontrarse en esta situación puso nuevamente en tela de duda los procedimientos del club, del organismo y del mismo futbolista.
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Lejos de aclarar todas las versiones en su contra, desde el club esperan por las determinaciones finales por parte del organismo correspondiente y confían en que sólo se haya tratado de una equivocación del médico.
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