Previo al inicio de la presente temporada de la NBA, Nike cerró un histórico acuerdo con la franquicia y embolsó un total de dos millones de dólares para convertirse en el patrocinador técnico oficial y proveerle así toda la indumentaria de juego.

En un acuerdo que incluye camisetas, shorts, medias y accesorios propios del deporte, la marca estadounidense reafirmó su firme compromiso con el deporte en el país y se aseguró una mayor visibilidad en todo el continente.

No obstante, un problema recién surgido empezó a recorrer los principales medios económico deportivos del país y demostró que por sus respectivos compromisos comerciales personales, tanto Stephen Curry como James Harden no muestran el logo de la marca en ningún partido.

Según se supo esta semana, ambos deportistas responden a otras firmas deportivas a las que no les interesa tener el swoosh cerca de las zapatillas que les proveen. Por este motivo ambas figuras se las arreglan para doblar sus medias o bien usarlas más bajas.

Cabe destacar que no es el primer caso de esta clase en el mundo del deporte y que si bien legalmente se pueden iniciar acciones en contra, es muy difícil demostrar el delito y sacar provecho económico de una jugada como esta.