Luego del ascenso de Liberty Media al mando de la Fórmula 1, varios de los cambios previamente estipulados han empezado no solamente a tomar forma sino también a dar frutos, en una propuesta que tiene como principal objetivo el volver a acercar la categoría a sus aficionados.

Tal fue el caso este fin de semana de Thomas, un niño fanático de Ferrari que acudió al Gran Premio de España en Montmeló a fin de ver correr a sus ídolos dentro de la pista, en donde inicialmente se llevó una gran decepción producto del abandono obligado de Kimi Raikkonen, provocando así su llanto desmedido.

No obstante, -y como parte de la nueva propuesta más cercana con el público- al final de la carrera Thomas pudo ir hasta la zona de boxes y fotografiarse con el piloto finlandés.

Asimismo, todos los protagonistas se tomaron el tiempo necesario para firmar autógrafos mientras robots, luces de colores y varias activaciones comerciales calentaron al público como nunca antes había sucedido.