Mientras el resto de comisiones directivas trabajan para que sus clubes cuenten con toda la documentación necesaria y así cumplir con las licencias de la Superliga, tanto Newell’s como San Lorenzo serían dos de los equipos más complicados en el proceso al correr contrarreloj en sus procesos.
En el caso del equipo rosarino, las internas dirigenciales generadas a partir de la última temporada derivaron en la presentación de balances de cuentas inconsistentes y una puja entre la oposición y el oficialismo por aprobarlas y así evitar que el club descienda. Por el momento no se ha encontrado una solución viable al respecto. Más bien al contrario, se presentaron denuncias penales en contra del oficialismo por administración fraudulenta.
Del otro lado, el Ciclón no cuenta con inconsistencias legales pero sí palea una temporada dura desde lo económico que tiene como elefante blanco principal los terrenos comprados en Boedo, desde donde se planea erigir una nueva cancha.
Lammens y compañía ya trazaron un plan y de cumplirse todo al pie de la letra podrían llegar a presentar todos los papeles a tiempo antes del 14 de mayo.
Cabe recordar que la fecha límite según lo estipulado es el 15 de mayo y de no cumplir con lo establecido reglamentariamente corresponde el descenso automático de los dos equipos.
Fuente: Doble Amarillla
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