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La tecnología llegó al fútbol y con ella también llegaron las dudas y el mal uso por parte de los árbitros que todavía no saben en todos los casos como utilizarla. El VAR, método que le permite consultar al árbitro una jugada polémica con sus asistentes, ha venido siendo utilizado en algunas de las ligas más importantes del fútbol y hasta el momento ha traído más polémicas que buenos resultados.
En la última fecha disputada de la Bundesliga no ha sido la excepción. Jugaban el Mainz y el Friburgo y el primer tiempo ya se había terminado cuando el árbitro, tras consultar el VAR, hizo volver a los equipos de los vestuarios para patear un penal.
Tras la polémica por la ridícula situación el árbitro debió explicarles a los jugadores y a los entrenadores que había habido un penal por una mano en la última jugada y que debía cobrarse el penal, aunque él ya hubiera marcado el final del primer tiempo.
Pablo de Blasis, jugador argentino surgido en Gimnasia y Esgrima La Plata con un paso por Ferro Carril Oeste, fue el encargado de convertir el penal que adelantó su equipo, el Mainz, en lo que puede haber sido uno de los goles más raros del mundo. Luego, en el segundo tiempo anotó el 2-0 definitivo tras un error del arquero rival. Pervio a que comenzara el segundo tiempo, los seguidores del Friburgo lanzaron cientos de serpentinas a la cancha en señal de protesta.
Cabe recordar que esta tecnología, en la que el árbitro principal consulta una jugada en la que duda de qué debe cobrar, con asistentes que están fuera de la cancha y la miran desde distintos ángulos por televisión, estará presente en el Mundial de Rusia 2018.
El 3 de marzo de este año la International Board, el máximo ente que regula la normativa del fútbol profesional aprobó por unanimidad la utilización de este sistema en el próximo Mundial.
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