A un poco menos de cinco años de su muerte, recordamos la curiosa historia del ex defensor alemán Barak Karan, quien tras forjar una carrera envidiable en las divisiones menores dejó el fútbol a los 20 años y se unió al ejército del Estado Islámico, en donde murió en combate.

Contemporáneo de otras figuras internacionales de la talla de Sami Khedira, Kevin-Prince Boateng y Dennis Aogo, Karan fue compañero de todos en las Sub 16 y Sub 17 de Die Mannschaft y se proyectaba según varios expertos y portales especializados a ser una de las principales figuras del país más adelante.

No obstante, sus ideales y gustos terminaron por relegar al fútbol en lugar de la Guerra Santa y de su accionar en la Guerra Civil de Siria.

“Burak me dijo que el dinero y su carrera no eran importantes para él. Se transformó y empezó a mirar videos en Internet sobre zonas en guerra. Le parecía muy injusta la manera en la que moría la gente, así que un día dejó todo y se marchó”, detalló su hermano tras ser consultado por uno de los medios.

Luego de que se formara militarmente en el norte de África, Barak formó parte de varias misiones yihadistas hasta octubre del 2013 en donde un comando aéreo en la ciudad de Azaz, en la frontera con Turquía, terminó con su vida en combate.

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