A menos de 100 días, el Rally Dakar del 2017 ya se pinta como uno de los más extremos y exigentes de la historia. En esta ocasión, la travesía comenzará en Asunción, capital de Paraguay, llegará hasta La Paz, en el altiplano boliviano, y terminará en Buenos Aires.

A lo largo de 14 días, tendremos que disputar 12 etapas y recorrer más de 9.000 kilómetros. Del total, alrededor de 5.000 serán cronometrados. En varias jornadas tendremos que recorrer más de 450 kilómetros de recorrido cronometrado e incluso enfrentaremos una prueba especial de 620 kilómetros, además de una etapa maratón en la que no contaremos con asistencia mecánica y deberemos arreglárnosla solos.

A estos datos, que al fin y al cabo son números fríos, hay que agregarle las particularidades y complejidades del terreno. Dunas, montañas, lechos de río, arenales… Sobresaldrá, en esta ocasión, los terrenos que vamos a “descubrir” en Bolivia, ya que por vez primera correremos en dunas y arenales que se encuentran a más de 3.800 metros sobre el nivel del mar. También llegaremos al Titicaca, el lago más alto del mundo. Toda una diversidad de caminos que nos exigirán al máximo en lo físico y en lo psicológico.

Ni qué decir de las condiciones climatológicas. El verano nos castigará con temperaturas extremas; quizás más de 40 grados centígrados cuando estemos en terreno argentino y paraguayo. Sin embargo, también probaremos el frío andino cuando nos toque subir a Bolivia, con el termómetro marcando 4 o 5 grados centígrados. Si a eso le agregamos lluvia, podemos decir que todo estará servido para sufrir de extremo a extremo.

A los factores del terreno y clima, hay que sumarle el organizativo. Para el 2017, los encargados del rally quieren que los pilotos se exijan el máximo en todos los aspectos. Es por ello que las herramientas tradicionales de navegación del Dakar (GPS) funcionarán de forma limitada: se suprimirán algunas funciones para aportar más emoción a la navegación. A lo que se apuesta es a que la navegación sea cada vez más precisa y que sea la capacidad del ser humano la que esté por encima de la de la máquina

Con todo esto queda en claro que el Dakar 2017 no será para cualquiera. En realidad será sólo para los más valientes y los que estén mejor preparados.

Quizás por eso varios pilotos se han bajado antes de tiempo, argumentando que los caminos bolivianos no son atractivos. Para mi, no dejan de ser excusas. Quizás, el verdadero motivo es que se viene algo realmente complicado y, las opciones de ganar, no son tan fáciles como antes. Lo cierto es que para correr en un Rally Dakar, un competidor tiene que estar listo para todo: para correr, sufrir y si, es necesario, llorar; pero nunca a darse por vencido.

Que venga el Dakar 2017, que venga con todo lo que tiene. Ya lo estamos esperando.