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El orgullo

El orgullo
Martes 6 de Septiembre de 2016
Termine como termine esta temporada para Juan Martín Del Potro, le costará olvidarla.

Su hoja de vida dirá que el 3 de febrero anunció su esperada vuelta a las pistas, después de las operaciones, las dudas y muchos miedos y fantasmas. Muchos meses después, en tal vez sus dos semanas más intensas en muchos años, se subió al podio en Río 2016, con la medalla de plata olímpica colgada sobre su cuello.

Ver de nuevo a Juan Martín Del Potro en un alto nivel, pese a que su ranking acuse lo contrario – al margen de las recientes escaladas – demuestra el poder de la mente.

Cuando la muñeca decía que no, su cabeza decía que sí. Y eso fue clave. Cuando cada golpe de revés era una puñalada, el mensaje de sus amigos, el apoyo de su familia, el aliento de los argentinos a través de las redes sociales lo hacía seguir adelante.

El US Open 2016 lo tiene como uno de los principales animadores. Sea cual sea el desenlace del torneo, lo suyo es admirable.

La recuperación, no fue fácil. Y él no lo ocultó. Los triunfos ante Djokovic y Nadal en Río quedaron en la historia. La derrota en la final contra Murray, también.

A sus 27 años, Delpo está vigente. Quiere la gloria. La Copa Davis, seguramente, está en sus anhelos más profundos, en sus sueños de todas las noches.

Confirmado para la serie contra Gran Bretaña, sólo resta esperar y verlo acción. Glasgow, la casa de Murray, será el escenario. Esperemos que, distinto a lo que ocurrió en Deodoro, aquel vencedor se convierta en vencido.