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Con la Peque, el oro está bien cuidado

Con la Peque, el oro está bien cuidado
Lunes 8 de Agosto de 2016
En Río de Janeiro, en Buenos Aires y en toda la Argentina todavía se celebra la medalla de oro de Paulita Pareto en el judo hasta 48 kilos de los Juegos Olímpicos de Río 2016.

No sólo por lo que representa a nivel deportivo, siendo la primera argentina de la historia olímpica argentina en colgarse esta medalla, sino también por saber que todo su esfuerzo y su sacrificio en pos de la bandera tuvo un merecido premio.

Pareto, además, es el fiel reflejo de un deportista de ley. Desde hace algunos años cuenta con la beca del ENARD y un mayor apoyo del COA, pero sin dudas que gran parte de su carrera la forjó de la mano de todos los que de una u otra manera contribuyeron a su progreso deportivo.

Y una de las empresas que apostó por ella, por compartir valores y objetivos sobre todas las cosas, fue Weber Saint Gobain.
Desde hace ya algunos años, Pareto, al igual que otros embajadores, integra la Huella Weber, un proyecto social que invita a los deportistas a contribuir con “acciones que perduran”.

La medalla de la Peque debe servir como ejemplo a todos los jóvenes que sueñan con un futuro deportivo. Tal vez lejos de los millones del fútbol pero muy cerca de las retribuciones que realmente importan. Una medalla de oro es lo máximo a lo que puede aspirar un deportista.

Y Pareto no sólo llegó a la cima de su carrera deportiva. Hace ya varios meses se recibió de médica, con todo lo que eso implica, repartiendo tiempo entre viajes, torneos, decenas de libros y exámenes.

"Todo se puede en la vida. No hay que dejar de estudiar para hacer deporte ni eliminar el deporte porque se quiera seguir una carrera. Hay que proponérselo. Y poner ganas”, expresó muy emocionada ante las cámaras, luego de abrazar a su mamá Mirta, a sus afectos en las tribunas de Río y a su entrenadora Laura Martinel.

Eso la describe de cuerpo entero. Tal vez la mayor deportista en la historia del país demuestra su compromiso y sus valores, en el momento más importante de su carrera, mostrándose como un ejemplo a seguir por quienes sueñan, por quienes tienen objetivos y por quienes nunca bajan los brazos.

Quédense tranquilos, que con Pareto, el oro está bien cuidado.