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Seis meses para marcar el camino

Seis meses para marcar el camino
Miércoles 6 de Julio de 2016

Seis meses. Es el tiempo exacto que falta para que el Rally Dakar 2017 se ponga en marcha. Medio año en el que los pilotos tenemos que poner a punto nuestras máquinas y, lo más importante, nuestras mentes y cuerpos.

El Dakar es una prueba que nos exige al máximo en todos los aspectos. Si bien se trata de una competencia de motor en la que motos, coches, camiones y cuadriciclos entran a la pista, el punto de inflexión se logra a través de una óptima preparación del piloto.

Durante el tiempo que queda debemos tratar de mejorar nuestra capacidad a bordo del vehículo (en mi caso, la moto), nuestra habilidad para navegar y, sobre todo, el estado físico y sicológico.

En un Dakar, los pilotos nos sometemos a situaciones extremas. En cada jornada debemos levantarnos alrededor de las 4:00 de la madrugada para prepararnos y salir al inicio de la etapa. Por día podemos recorrer entre 500 y 700 kilómetros. En algunos casos lo hacemos bajo el intenso calor, con temperaturas que superan los 40 grados centígrados. Y también debemos hacerle frente al frío, cuando el Dakar sube a la montaña y nos toca sentir el viento frío y correr a temperaturas en las que el termómetro bordeo los 0 grados.

Las jornadas tranquilamente terminan a las 11:00 de la noche, luego de planificar la carrera del día siguiente, de verificar el estado de la moto o de coordinar otros aspectos inherentes a la prueba.

Así día a día, durante dos semanas. Con tanto trajín, la única forma de poder soportar un Dakar es teniendo un estado físico impecable. A ello hay que agregarle una capacidad sicológico acorde a las condiciones. Capacidad que le permita a uno concentrarse al máximo, para no cometer errores o para poder sobreponerse a ellos y no dejarse caer.

No por algo el Dakar es el rally más exigente y extremo del mundo. No por algo es que a seis meses de su inicio, ya tenemos que tener el camino marcado y saber en detalle que tenemos que prepararnos al máximo para cuando llegue el día en el que tengamos que acelerar a fondo.