A sus 35 años, Roger Federer se coronó campeón de su octavo Wimbledon, décimo noveno Grand Slam y 93° título profesional en singles este fin de semana tras desplegar su mejor nivel de tenis y casi sin ninguna diferencia física de cuando recién se iniciaba.
Acostumbrado a ganar, el suizo es hoy el tercer tenista más victorioso de la historia por detrás de Jimmy Connors (109) e Ivan Lendl (94) y acumula también un total de 1111 triunfos entre todos los torneos, sin contar que son 30 las finales de Grand Slam que alguna vez disputó y el segundo certamen consecutivo en donde sale campeón sin ceder ni un solo set.
Con casi 20 años de carrera profesional, Federer es hoy un indiscutible embajador del tenis y más allá de sus números dentro de la cancha es también uno de los deportistas más rentables del planeta.
No obstante, existe aún una marca que Roger no ha podido superar y es la que alguna vez estableció el australiano Ken Rosewall, quien a sus 39 años y 246 días disputó su última final de Grand Slam en 1974 y se convirtió en el jugador más veterano en disputarla.
Con su estado físico en óptimas condiciones, Federer no se anima a opinar sobre su futuro pero son varios en su entorno quienes afirman que ni siquiera la marca de Rosewall se mantendrá en pie ante “el gran Roger”.
.webp)
