Brasil se está entrenando de cara a su debut en el Mundial de Rusia 2018 contra la Selección de Suiza del próximo domingo. Con la meta puesta en conseguir el sexto título mundial, el equipo está muy enfocado en las prácticas y no deja que nada los desconcentre.
Esa es la misma idea que los dirigentes e integrantes del cuerpo técnico tienen, no quieren que nada altere la preparación de los jugadores. Las nuevas tecnologías se han convertido algunas veces en aliados y otras en cosas perjudiciales para el equipo. En este caso, el entrenador Tite ya ha hablado con sus jugadores y ha permitido que sean ellos quienes regulen el uso de sus redes. El problema surge con los drones que pueden tomar alguna imagen de los entrenamientos.
Es por eso que, para evitar a los espías, el seleccionado brasileño recurrió a un equipo especialmente confeccionado que tiene la tarea de detectar y desactivar todos los aparatos electrónicos que sobrevuelen la zona donde se entrene el equipo. La brigada anti drones está compuesta por tres personas que se ubican en la terraza de uno de los edificios cercanos a la cancha de entrenamiento y con el uso de binoculares, intentan encontrar algún dron que no pertenezca a la Confederación Brasileña de Fútbol.
Ante lo llamativo que resultó ver a ese equipo allí ubicado, la CBF tuvo que salir a explicar cuál era la tarea de esas personas. Según explica el diario Olé, se trata de un grupo de personas que son ofrecidas por la FIFA y las autoridades rusas que se dedican a desactivar, de manera electrónica, los drones que sobrevuelen la zona donde se entrene la selección. Además, según explicaron, este equipo de trabajo fue ofrecido a todas las selecciones participantes de Rusia 2018.
La FIFA tiene también a este equipo de especialistas trabajando en las zonas aledañas a los estadios durante los partidos. Utilizarán inhibidores que impidan que los dispositivos no puedan ni siquiera despegar. Si llegan a lograr hacerlo, estas personas cuentan con los aparatos para desactivarlos.
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