“Cerro Porteño me da la posibilidad de volver a sentirme vivo. Me sorprendí para bien de los lugares que hay y de cómo vive la gente. Es un combo que hace más tranquila la vida de uno. Con un par de meses acá, lo reconfirmo. Estoy muy contento de estar en este club”, comentó Carrizo, una de las incorporaciones del "Ciclón" de Barrio Obrero para esta temporada. Luego de su paso por México, donde vistió el buzo de Monterrey y en cual no tuvo mucho rodaje, el arquero fue fichado por Cerro Porteño a principios de 2019.

Si bien el año recién comienza, el conjunto paraguayo ya tiene bien en claro su objetivo: “Queremos llevar el nombre de Cerro Porteño a lo más alto, vamos a trabajar para dejarlo bien parado. El objetivo es seguir siendo uno de los más grandes de América. En el fútbol hay variables, pero lo hacemos con mucha pasión y compromiso”, explicó el arquero con pasado en el Inter de Milán.

El primer paso ya lo dieron y fue con el pie derecho. Tuvieron un debut victorioso por la Copa Libertadores. Fue 1-0 ante Atlético Mineiro de visitante, lo que lo ubica temporalmente puntero del Grupo E junto a Nacional de Uruguay. Con respecto al torneo local, es escolta del Apertura a tan solo tres puntos del líder Olimpia.

A pesar del buen presente, Carrizo no olvida sus pasos por River, en donde tuvo la posibilidad de debutar como profesional pero también de vivir el descenso histórico del club a la segunda división del fútbol argentino que lo terminó alejando de la institución: “Después del descenso, quise quedarme a pelearla pero no pude por el contrato con la Lazio. Me vi obligado a dejar la imagen de que me importó un carajo todo, y no fue así. Me tuve que ir después del quilombo, en momentos que no eran buenos”, recordó con remordimiento.

Sin embargo, sostiene: “Nunca tuve malas experiencias con hinchas de River en la calle. El club me marcó, ahí nació mi carrera. No tengo reclamos, ni en los peores momentos”.

Una de las características del arquero es el uso de los pies para salir jugando. Muchas veces utilizó el recurso de la gambeta para eludir rivales dentro del área, generando en ciertos casos, peligro para su propio arco. “Cambiaría el abuso de la gambeta, se decía que era para burlar al rival, pero yo lo hacía desde siempre. Después entendí a lo que sometía al equipo. Muchas veces giraba y confrontaba con el público. Ahora me acuerdo y me da vergüenza”, sincerizó.

Con respecto a su regreso al fútbol local, Carrizo afirmó: “Hoy por hoy en el fútbol argentino creo que no la pasaría bien. Pero no cierro la puerta porque vivo de esto, es mi trabajo”.