Superliga

Juan Pablo Pompei: “No voy condicionado a La Bombonera”

Juan Pablo Pompei: “No voy condicionado a La Bombonera”
Miércoles 18 de Abril de 2018

En medio de una etapa compleja para el arbitraje argentino, sudamericano y mundial; Juan Pablo Pompei, árbitro argentino, fue designado como el próximo responsable de dirigir a Boca en La Bombonera frente a Newell’s por la vigésimo cuarta fecha de la Superliga Argentina, justo una semana después de la mano en el área que provocó la polémica en el club de la Ribera.

A falta de cuatro fechas para la finalización del certamen y con un acortamiento de distancias entre el puntero (Boca) y sus inmediatos perseguidores ha hecho del fixture un impredecible y emocionante factor en la etapa de epílogo del campeonato.

Es en este contexto que Pompei fue elegido para llevar a cabo el próximo encuentro y en medio de los comentarios surgidos a su alrededor conversó con Milenium Sports y dejó algunas interesantes frases.

A los 50 años, a poco de retirarme, que me consideren para dirigir uno de los partidos más importantes del campeonato es un orgullo”, inició relatando Juan Pablo a lo que enseguida añadió: “A ninguno nos gusta que el lunes desde un programa de cocina hasta político hable de nosotros. Antes sólo existía Fútbol de Primera. Hoy hay cuatro canales hablando todo el día de fútbol. No voy condicionado a La Bombonera. Quiero equivocarme lo menos posible, hacer cumplir las reglas y no perjudicar a ninguno de los dos equipos”.

Más adelante se refirió a la sanción de su colega Ariel Penel debido al último partido y sostuvo que: “Me pongo en la piel de Penel, y uno trata de acompañarlos con su experiencia. Busco que les sirva de experiencia para que no se repita en otras ocasiones. Uno vive las cosas con menos intensidad, ellos se juegan cosas importantes en sus carreras. Desde la madurez, les digo que tienen que pasarles muchas más así para crecer como árbitros”.

No sin antes añadir: “Hemos tenido temporadas muy malas, donde fuimos más criticados. Tal vez no habían tantos medios o tanta difusión. Hemos tenido años más difíciles, donde nos hemos equivocado más groseramente. Este año no vi grandes errores, los lógicos de un fútbol totalmente distinto al que empecé en el año 1999”.

Animándose a un análisis general del arbitraje argentino, el experimentado referí también manifestó que: “Hay que estar medio loco para ser árbitro en Argentina. Imaginate que una ciudad de 100 mil habitantes como en la que vivo yo, desde que salió la designación para el partido de Boca, todos hablan de ello. Hay que tener un acompañamiento especial de la familia, más cuando uno llega a los niveles de competencia como los que llegué yo. Si te mandas una macana, sos tapa de los medios nacionales”, a lo que también añadió: “Ya lo tomo naturalmente. Cuando la crítica es injusta siento alguna tristeza. Pero cuando es justificada, porque uno se equivocó, tenemos que tener la grandeza de reconocer el error y poner lo máximo de uno”, y fue certero al concluir el tema: “Yo les pido que crean en mi palabra. Tengo casi 20 años de Primera División y jamás recibí la sugerencia de un dirigente de perjudicar o beneficiar a un equipo. Dirigí con libertad absoluta todos los partidos. Cuando me equivoqué, pagué no dirigiendo”.

Finalmente, contextualizó para quienes no lo saben los orígenes de su desempeño en el referato no sin antes resaltar algunos de los puntos más interesantes de su carrera profesional. “Yo vengo de una familia de árbitros. Mi padre comenzó en Olavarría en la década del ’50, después siguió la carrera mi hermano. Yo jugaba al fútbol en un club acá de la ciudad y un día en broma, me pidieron ayuda para dirigir en un entrenamiento. Comenzó como juego. Hay muchos análisis de porqué un hombre se hace árbitro de fútbol en este país. Hace un tiempo eran jugadores jóvenes que se retiraban y se dedicaban al arbitraje. Otros por ascendencia familiar. Pero creo que también hay algo de la justicia, de aplicar las reglas. A mí me gustaba y me sirvió desde chico para bancarme los estudios de Educación Física”, afirmó.

Cuando entras a la cancha, te olvidas hasta de qué equipo sos hincha. Se nos prepara tan mentalmente que es complicado que el entorno nos condicione”, concluyó con certeza absoluta.