A días del triunfo que significó el tan anhelado ascenso a Primera División de Argentinos Juniors, Cristian Malaspina, presidente del club y Licenciado en Comercialización habló con Milenium Sports y dejó algunas de sus claves desde lo institucional y deportivo para alcanzar el objetivo propuesto.

“La alegría que nos invade es muy grande, se consiguió un objetivo importante para el club y ahora pensamos en seguir trabajando para la consolidación en Primera División”, asegura Malaspina justo antes de remarcar la importancia del ascenso y qué hubiese ocurrido ante un eventual fracaso, “si no se lograba el ascenso era una situación muy compleja, ya que la estructura del club es de Primera y con los ingresos del Nacional B se torna inviable, por lo cual se hubiesen tomado medidas extremas”.

A sus 40 años, Cristian maneja una de las instituciones más representativas del fútbol argentino, en donde la misma filosofía integral de invertir en proyectos y fútbol base impera por sobre todas las cosas, “si el técnico pide por algún refuerzo en específico lo evaluaremos pero siempre que algún chico esté en condiciones de ocupar ese lugar tendrá la prioridad. Más que nunca nos tenemos que aferrar al proyecto”.

Y es que, según él mismo afirma, “hay que seguir trabajando para achicar el déficit”, en donde el esfuerzo realizado por cada empleado del club se tornó vital, “el trabajo del cuerpo técnico junto con el compromiso de los jugadores fueron factores claves y muchos chicos jugaron partidos espectaculares en canchas muy difíciles”.

Consultado acerca del trabajo de su entrenador y ex seleccionado nacional, Gabriel Heinze, Malaspina confiesa, “el trabajo de Heinze me sorprendió gratamente, hay metodologías que nunca las había visto, es un excelente profesional”.

Por último, el máximo dirigente del Bicho no tiene problemas en aclarar que, “nuestra Comisión Directiva ingresó al club para salvarlo y no para hacer política”, además de que la Superliga entrante aún presenta varias inconsistencias, “me preocupa la distribución de los ingresos y la competitividad de las competencias. Si la grieta económica sigue creciendo, el fútbol argentino va a perder el mismo interés que tenía antes.”

Cristian, quien a su relativa corta edad tiene la responsabilidad de manejar el Semillero del Mundo y volverlo a consolidar en Primera, no pierde la calma que le aporta diariamente su familia y asegura que el fruto del esfuerzo termina por compensar tarde o temprano.

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